Desarrollamos una imagen distintiva aplicada a los diferentes soportes: packaging, vestuario, folletos, rótulos, decoración, etc… además de un eslogan que hace referencia a una ubicación emblemática de la ciudad: La Peña de Martos.

Trabajamos el logotipo mediante la tipografía, con un punto retro y mucha personalidad, que lo diferencian de la competencia en su sector y a la vez conecta con un amplio rango de edad. Utilizamos colores negro y rojo brillante al estilo del cine Sci-Fi de los años 70 y 80 para situar la marca en el sector más gourmet y rompedor, mientras que la narrativa de marca se centró en la autenticidad y la pasión por la innovación culinaria y la calidad en la materia prima.

Este caso ejemplifica cómo una marca sólida puede transformar el éxito de un negocio al tener en cuenta el contexto local, conectando de manera auténtica y diferente con su público objetivo.